Los fanáticos brasileños, en su mayoría, no lo piensan dos veces cuando se trata de ver a su artista favorito: el 38 % asegura que no le importa pagar mucho con tal de estar presente en el concierto.

Brasil es históricamente una de las paradas obligatorias para las grandes estrellas de la música en sus giras internacionales. Sin importar el género, los artistas de talla mundial siempre incluyen al gigante sudamericano en sus itinerarios.

Si bien esta es una bendición para los seguidores, también representa un problema para muchos: el dinero no alcanza para costear tantas entradas con tanta frecuencia.

De hecho, una encuesta reciente de la plataforma Serasa, en colaboración con el Instituto Opinion Box, reveló que el 24 % de los brasileños —es decir, una cuarta parte de la población— admitió haberse endeudado para poder asistir a los conciertos de sus artistas favoritos.

El estudio, publicado por el portal Folha de São Paulo, refuerza que para la mayoría de fanáticos el sacrificio económico no es un obstáculo: un 38 % no duda en gastar grandes sumas con tal de vivir la experiencia de un espectáculo en vivo.

“Los festivales de música son experiencias únicas, pero también requieren planificación financiera. Organizar el presupuesto, reservar fondos con antelación y evaluar las opciones de pago son pasos esenciales para disfrutar del evento sin convertir el placer en deuda”, comentó Rodrigo Costa, especialista en educación financiera de Serasa.

Lo que se invierte en un concierto no se limita al precio de la entrada

Asistir a un concierto o festival no solo implica pagar la entrada, sino también cubrir una serie de gastos adicionales que incrementan considerablemente la inversión de los fanáticos.

Según el estudio, los costos extras se distribuyen principalmente en:

• Comida y bebida: 64 %

• Camisetas, gorras y pósteres: 20 %

• Pulseras y souvenirs: 19 %

• Artículos de moda y accesorios: 14 %

• Experiencias VIP y mejoras: 12 %

A esto se suma el gasto en transportación. Un 36 % de los encuestados reconoció haber desembolsado más de 1 000 reales (aprox. 190 dólares) solo en viajes para llegar al lugar donde se realiza el concierto, sin contar el costo de la entrada.

Fuente: Rpp.